This is roughly the way I skive reality... This is just my own mess.

miércoles, 26 de julio de 2023

THE PASSENGER

Pasajera por la vida,

Pasajera en tu retina 

Pasajera la colina

La certeza y la ironía. 


Pasajera tu tristeza

Tu sombra y tu pereza.

Ni tu mirada ni tu esencia

Sí tus miedos y tus sombras.


Que te dejes acunar

aquí solamente hay fuego 

mezclado con agua de mar 

piel morena y vino eterno.


No temo a las cucarachas 

soy una revolución

llena de antecedentes 

pura bestia en evolución.


Vente a dormir conmigo

te haré un saco con mi pelo

 y de mí corazón un hilo, 

deseando coger con fuerza 

la cuerda de tu destino. 


Déjate llevar por mí, 

aunque asusto soy sincera 

tengo en el alma melaza

y mi espalda de cordillera. 


Te puedo ofrecer champán 

piedras en las zapatillas, 

oír las olas del mar

y dormir en Tierra viva.


Pues vengo de lo más puro

de donde nadie se atreve a ver 

vengo del techno oscuro

y del quesito con miel.


Déjate llevar un poco

Pierde tu puto control

Nunca lo más importante 

Llega sin doler de amor.

VIDA MANDÁLICA

Me subo a ese tren de la vida mandálica geometría perfecta combinada

colores pastel ahuecando

espacio para mí.


Me vienes a ver con tu faz plastilínica curvas empáticas amables

sonidos sutiles constantes

fingiendo entender.


Transito los ciclos lunares

acolchada en pijama

muecas, candados y cuentos deformes invitándote a un solo y helado café

o a un mate, tal vez.


Mostramos las cartas jugadas obviando falacias

pasando por alto las trampas guiadas fijamos los puntos de intersección ocultos y etéreos.


Me lavo la cara

conduzco por sendas secretas

escapo del miedo y almuerzo champán. 

Celebro jardines internos

me encuentro, sola,

y con un hambre voraz.

DISFRUTANDO

Que la vida me pille disfrutando.

Que si acontece un momento de viento fuerte, mis raíces ni se inmuten. 

Que si sube la marea y en un arrebato de oleaje me moja, sepa surfear y bucear en apnea hasta tocar fondo, que toda la intensidad me cale hondo y luego vuelva, sin más, con lo aprendido en lo profundo. 

Que si se me acerca el fuego, le siga un poco el juego y me limpie con el humo de su incandescencia. Que sea la madera un palo santo, por favor, que me envuelva. 

Que si viene el amor a buscarme cada día, que nunca me lo pierda: ya sea en forma de hoja verde, una pluma en descenso, una piedra violeta, la sonrisa de una niña que me mira o los ojos de una perra perdida en una cala de Almería. Por favor que nunca deje de rendirme al amor. Que me explote el corazón con la risa de mi amiga y que salive a borbotones con la magia en la mirada de mi hija. Por favor que no me olvide del sabor de esta sandía jugosa y que no deje de vibrar mi alma con los timbales de esta cala encantada. 

Que si se hace de noche me aguarden siempre esas cinco mil estrellas y que aunque sea fuera de época me persigan siempre las fugaces para regalarme deseos. Y que ya no sepa ni qué desear porque la vida sencilla me es suficiente. Que siempre me baste con lo que tengo y lo sepa cuidar. 

Por favor que siempre esto pueda compartirlo con esas personas que tanto amo, porque como sabemos, si no es así todo pierde totalmente el sentido. 

Que no venga el miedo con ningún disfraz. 

Que mi piel se erice con esos dedos, que mi cuerpo emane el líquido que te alimenta y cada día bebas de mi con tu lengua. Que tus besos me cubran los pliegues y que se transformen en cosquillas y estas se vuelvan carcajadas. 

Pero por favor, sea como sea que la vida quiera apretar, que mi centro no cambie, que este pecho mío sea el hogar, que este fuego encendido sea la luz, que este bendito cuerpo sea mi abrazo, que el camino a casa siempre sea volver a mí. Que mis aguas sean la calma que necesito y que esta fiera que soy tenga las orejas atentas. Que no haya ni una sola duda de que esta diosa que soy es infinita. 

Pero de regalo y atrevida me quiero pedir una cosa: que sea lo que sea que tenga que venir, que me pille disfrutando.


RÍO EN VENA


El agua del río acaricia mi cuerpo con una fuerza y sutileza que parece ir llevándose finas capas y capas de piel mediante un constante bombeo. El agua cristalina atraviesa mis poros con sus caprichosos tonos térmicos y arroya decidida los restos de aquellos miedos que en un tiempo no muy remoto formaron parte de esta coraza. Con cada exhalación dejo ir un poco más de este etéreo vestido que ya no necesito.

¿Y qué es si no esta nueva etapa el enraizamiento pragmático necesario para formar el equilibrio perfecto en forma de cruz? Limpieza fluida, de cabeza a pies, presencia albergada con solemnidad: ahora es tiempo de recibir. Que se lleven las aguas los excesos. Que vengan a quedarse los rayos de sol y que nutra este líquido hasta el mismo epicentro de mi esencia.

Que ya soy la roca, el río y la montaña. Ya soy los peces, la serpiente y la libélula. La inmensa naturaleza es mi cuerpo, la verdadera historia es mi pelo al aire. Con el pecho directo al cielo dejo que penetre, suavemente, todo el secreto que guarda el universo, la onda expansiva que soy se atreve a asomarse, despacio.

domingo, 12 de junio de 2022

Soltar

 Soltar y ver que tenías las muñecas con heridas. Que el ejercicio de aguantar no era una acción virtuosa, si no un patrón aprendido que a día de hoy solo te ha hecho tener dolor en la espalda, la respiración apneica y recuerdos centrados en él.

Que aguantando el peso solo te has olvidado de ti. 

Soltar porque es lo único que la voz de tu intuición te pide a gritos. 


La devolución de tu mirada al espejo te observa con timidez, avergonzada y con miedo. ¿Adónde vamos ahora? 

Caminando por una cuerda con el vacío a los lados, haciendo equilibrios para no volver a caer, para no volver a cogerte a la cuerda y dejarte la vida en ello. ¿Hacia dónde era? 

El único lugar posible es hacia adelante. Sin saber qué es lo que te espera, sin poder acceder a recuerdos de lo desconocido y aventurándote a lo incierto. 

La única pista que tienes es que evitar la caída no depende de la cuerda. Depende de tu pisada, de que sostengas para ti, de que confíes en tu equilibrio y depende de que pongas la mirada en el futuro con decisión y confianza. Depende de que elijas abrazar tu miedo y que seas tú quien te cojas de la mano. 


Ven cariño. Que te estaba esperando. Respira profundamente. Balancéate en mi pecho y vuelve a la percusión iniciadora de vida, el latir de tu corazón y el aire que entra, recoge y saca lo que no necesitas. 

Ven bonita: es por aquí.

Mirada fija

 He transitado muchas situaciones verdaderamente jodidas. He estado muy cerca del barro en el peor de sus sentidos. He sentido el abandono, la desconexión entre mi cuerpo y mi emoción. He estado vagando en vidas ajenas y he mendigado amor. He sufrido mucho y he sentido el peso que el género ha tenido en mi vida, he sido más de una vez víctima en el peor de los ejemplos que tenemos de violencia patriarcal y machista. Pocas personas saben de dónde vengo y cómo he llegado hasta aquí. 

Podría haber tenido un sostén mínimamente adecuado. O incluso un sostén. Podría haber sido dueña de mis acciones. Podría haber aprendido a ser quien toma las decisiones. Podría haber tenido modelos sanos. 

Podría haber sido muchas cosas.  


Pero venimos de lejos. Y venimos de mucho. Y cargamos con las maletas viejas de las lágrimas de una Sudamérica rica en materia pero pobre en repartir con igualdad. Somos el exilio de los antiguos exiliados. Venimos del expolio, del desastre. Venimos de mucha belleza ancestral, pero también de mucho saqueo y mucha avaricia. Del machismo más cruel y de un linaje de mujeres que han pasado por sus cuerpos mucho. La vida misma. La vida entera. Nunca fue lo mismo ser la mujer del obrero ni la mujer del pobre. Nunca fue (ni será) lo mismo ser la mujer del que la pelea. Nos pusieron un lugar escondido, a veces incluso el silencio era lo único que se sabía de nosotras.  Vengo de muy lejos. 


Tengo una dualidad que emerge siempre y a pesar de todo, con una fuerza bruta capaz de mover montañas y cerros, capaz de alterar las aguas y hacer que un puto tsunami se encargue de reventarlo todo. Tengo un arma poderosa, que es mi alegría. Tengo potencial para cambiar estaciones y tengo una jodida sonrisa hermosa y una mirada tierna que me sigue permitiendo ver la belleza en los dedos de una niña que recoge una diminuta pluma del suelo. Estremezco con el palpitar de la vida. Lluvio acorde al cielo. Estoy en sintonía con las mareas porque tengo una luna en mi espalda. Soy capaz de mantener intactas mi inocencia, mi pasión, mi gozo, mis sueños y mi puta magia. Soy la flor blanca que revienta el asfalto con su fragilidad brutal. Brisa fresca en estos días. Eso soy. 





sábado, 8 de enero de 2022

Insomnia

 De las pocas cosas que ahora consigo hacer bien, esta de trasnochar es totalmente ajena a mis decisiones al alba.


El corazón late fuerte y retumba por todo mi cuerpo a gran velocidad riadas de sangre enviadas a hacer su función. A veces es necesaria una inhalación, pero casi nunca es una inspiración completa. Prefiere quedarse a medias para apretar en el pecho y nombrarse a sí misma. Sin permiso. Ya sabes cómo. A veces me engaño con la idea de que es cuestión de capacidad torácica. A veces también me engaño diciendo que es picor de ojos.


Aprieto los párpados fuerte y sale a borbotones agua dejando un río en mis mejillas. Todavía no les quiero llamar lágrimas. Aprieto con mucha rabia para que salga con fuerza la puta sustancia de deshecho. Porque todo esto que emano es, al fin y al cabo, lo que tiene que salir.


Hay días en los que me levanto menos tarde, me lavo la cara y me hago un café. Esta mierda también pasará, me digo. Yo qué sé si quiero que pase. ¿Va a ir a mejor? ¿Va ir a peor? Porque quizá me quiero quedar tal y como estoy.


Estamos en modo balance y en tiempo de propósitos, y yo solo quiero pasar desapercibida con mi dificultad respiratoria ocasional o dedicarme de una a romper caras y quedarme un poco más equilibrada con la realidad social.


Las personas con las que hablo ocasionalmente están casi todas muy bien. Hacen sus tareas y viven de manera normal. No le dan muchas vueltas a las cosas. Bueno; igual un poco raro, pero todo va bien. Aplicaciones, gimnasio, trabajo, comida basura precocinada, la serie. Y ahí estoy yo, con mis varios años pensando si quiero montar un grupo de teatro, irme a vivir donde pueda ser extraña, montar una escuela o volver al circo. O todas. Atreviéndome a soñar en futuro y con el cántaro de leche prestado para imaginar una llamada a la vida.


La impulsividad del agua que cae por mi cara mengua según me distraigo con alguna de estas ideas. Cada vez menos complejas. Mañana hago lentejas. O pasado voy a nadar. O esta semana tomo medidas para camperizar mi coche. Ideas de mi fantasma presente.


Pregunto a mis amigas disimuladamente cómo están cuando en realidad estoy que me derrumbo. Por si en una de esas conversaciones me devuelven la pregunta y me atrevo a decir que estoy "bueno, un poco regular". Así para no asustarnos.


Estos últimos años me he fabricado unas caretas bárbaras. Creo que nos las fuimos comprando en el mismo mercado, pero estas mías son ya otro nivel. A veces no diferencio entre mi faz y la máscara.


Por favor, que no termine este pequeño texto en pesimismo, que no es interesante. Digamos que he inhalado muy despacio y he llenado toda la cavidad torácica. Y que la expiración ha sido lenta y ha apaciguado mis células. Que hoy he hecho balance y la gratitud me quiere dejar dormir tranquila. Que el lobo hoy duerme plácidamente. Que de todos modos sigo pensando en ti aunque no te lo mereces. (Y que eso es una toma de conciencia con la realidad que me patea la cara: las personas no cambian, cariño. Ya lo sabías. Las personas perversas amantes solo somos aldeanos).


¿Tendría un hijo ahora? ¿Sería poco ecológico, sería un empujón al abismo acompañado? Islas griegas, cuánto os he nombrado y qué poco os he frecuentado. Cómo late mi coño a estas horas. Las drogas sintéticas hacen que mi cara parezca de otra persona. Qué atrevido eres lienzo de albergar estas vergüenzas.


Amanece que no es poco y somos este preciso momento de la especie del cual nos mofaríamos a dos años luz de toma de distancia. Porque todo, con tiempo y distancia, es una mueca casi divertida. "Ya te lo había dicho".